El viacrucis de semana santa se ha convertido en días no lectivos para disfrutar.

El proyecto divino de intrigas, secretos, acertijos, exclusividades, premios, castigos, culpas y pecados de tragicomedia fatal, cae sin fieles para continuar.

Suma la atracción por lo sencillo y natural, desde la experiencia placentera, amplia y extensa de cada cual.

La práctica disciplinada de la observación enfocada, enseña que no existen comienzos ni finales, sino umbrales que traspasar en el entendimiento de la realidad.

La vibración armoniosa siempre está, seas consciente o no, del movimiento infinito que existe en todo lo que hay.