En el espejo observo… primero aparece el juicio por exceso o defecto; después la frustración….. y luego el oasis de la aceptación.

Tras la paz con el reflejo, surge el verbo suave que invita a contemplar la luz primordial.

Emerge una imagen diferente al sentir los ojos de la bondad; desde ahí agradezco lo vivido y abrazo el paso del tiempo, por las maravillas que el camino ofrece siendo quien soy, sin necesidad de llegar a ningún lugar.