Compañía InTima
Al calor del hogar interior, la presencia eterna observa que el «yo particular», teme introducirse por el vacío y no poder regresar.
Va y viene entre pensamientos de impulso y temor, por las etapas evolutivas de la insatisfacción personal.
Cuando llega la muerte, el «yo particular» se da cuenta que necesita tiempo en soledad, para conocerse de verdad.
Requiere dejar el conflicto y dedicarse a ser quien es, pero ahora se tiene que marchar.
Tendrá otra oportunidad en la siguiente vida terrenal.