Nos enseñan a imitar y acabamos defendiendo el territorio nacional, la visión partidista de la política-religión y derechos sin obligaciones que mostrar.

La vida en modo animal requiere versiones actualizadas a cambio de «protección»; aunque nuestra ventaja evolutiva sea el conocimiento reflexivo y la imaginación.

La cuestión es que si no hay voluntad por el conocimiento personal, tampoco habrá necesidad de cribar el caos informativo del conflicto y el binomimio «salvador-culpable» seguirá nutriendo la fantasía mental del entretenimiento social.

A pesar de ello, siempre hay quien se atreve a concebir desde el amor propio para el bien común y cuando sucede, simplemente se nota.