Dónde ocuparse si no están operativos los espacios tradicionales de ocio, trabajo y relaciones. Qué hacer con el continuo energético que somos, sin colocarlo al servicio de alguna utilidad externa.

Cuando las estructuras externas caen, se puede contemplar que estamos hechos de un potencial que opera más allá de lo habitual. Aceptar el desequilibrio externo, supone integrar el movimiento continuo de las formas, que emergen-perecen, por un bien mayor a la seguridad particular de cada cual.

La vida enseña que la estabilidad no está en el método, tampoco en el mensajer@, sino en observar dónde colocas la atención, como oportunidad para reconducir la energía al servicio de tu armonía.