HabLar aL ALmA
Visité a una mujer que residía en un espacio rural, con un pastor alemán que le otorgaba protección paternal.
Vivía de recuerdos. Los recreaba una otra vez, estancada en un episodio mental, que repetía, como si estuviera en un callejón sin salida. Le hablé de equilibrar el binomio masculino-femenino para la armonía emocional, con independencia del sexo y la orientación, porque el alma carece de limitación.
Le dije que podemos culpar al árbol familiar de las desdichas que acontecen nuestra vida actual, pero que alguien tiene que empezar a equilibrar los hemisferios de la personalidad.
Rectificar el exceso-defecto de carga familiar, aumenta la capacidad de amar, cuando la parte masculina de cada cual, protege la semilla del alma, para que la energía femenina, pueda conectar, con la inteligencia que manifiesta la vida actual.