LuTgarda
En una humilde cocina, Lutgarda recibía a quienes escuchaban sus relatos.
Pasa y toma asiento; hoy escribí para Tí.
… Había una mancha rebelde, que no se podía limpiar, pese al blanqueante a utilizar.
… El borrón apareció al descubrir que sus padres la habían adoptado a temprana edad y mostró una conducta ejemplar en agradecimiento total.; así huía una y otra vez, de la culpa por el abandono inicial.
… Un día, la macha dejó de acumular tensión; se aflojó y escuchó: – «Te esperaba, por eso estoy aquí; he creado el mundo para Tí…-»
… La visión limpió a la estrella que se creía mancha.
A mi abuela Lutgarda, que llevó una vida poco convencional.
Comentarios
Me ha gustado, las personas llegan a este mundo, llorando, pero después de atravesar su valle de lágrimas, algunas lo dejan sonriendo, con esperanza.
Gracias por las palabras; Saludos.