
Dualismo Cósmico
En la filosofía egipcia, Set representaba el principio del caos necesario para el equilibrio del universo. Sin el caos, el orden se volvería estático y por lo tanto, insostenible. Este dualismo (orden versus caos; luz versus oscuridad), se asumía como parte de un proceso cíclico natural, de alternancia constante. En términos filosóficos, representaba la tensión necesaria para el dualismo cósmico. Set implicaba el contrapeso de métodos destructivos y Osiris, aseguraba la vida eterna, a quienes eran considerad@s just@s.
Egipto entendía que el desorden (Set) y el orden (Osiris), debían coexistir en una danza dinámica, en la que el caos no fuera completamente erradicado, sino más bien comprendido y manejado, ya que sin conflicto, el progreso y la renovación no podrían ocurrir. En este sentido, el caos no desaparecería por completo, sino que debía ser vencido continuamente, para el mantenimiento del orden.
Se dice que Horus tenía dos ojos, el derecho representando el Sol (Ra) y el izquierdo representando la Luna (Thot). Quienes asumían el reinado de Egipto (faraones) eran vistos como «Horus en la tierra«. Tanto el sacerdocio, como la milicia, formaban parte del sistema que aseguraba la continuidad del orden en la Tierra. La combinación de poder político, teología y cosmología, aseguraba la estabilidad del reino terrenal y la conexión entre dioses y humanos. Esta cosmovisión mental, moldea la tradición intelectual actual, de la conflictividad para el progreso.