Barrio de la Alegría
-¿Te han preparado alguna vez para la guerra?-. A mi sí, de niña me adiestraron para disparar palabras.
Al principio no reconocía al “enemigo”, no sabía dónde estaba, hasta que identifiqué al adversario como “cualquiera en oposición a lo que yo pensaba”.
Así sobrevolé diversas zonas nucleares, cubiertas por minas de intereses particulares.
El lenguaje del conflicto y sus códigos, cronifica con sonrisas inversas y posturas atravesadas.
Un día cómico, desperté al teatro irracional y desde entonces colaboro con el humor y su absurdo popular.