El retorno al estado primordial (identidad original/inteligencia intuitiva), se produce a través de doce programas solares de trabajo personal, desde las condiciones específicas de cada cual. De lo contrario, el cráneo será una calavera con hendidura, que servirá para replicar deseos contradictorios, miedos aprendidos y juicios de chivo expiatorio, que necesitarán de consuelo y/o recompensa recurrente. En este contexto, cabe destacar, que el cerebro codificado por el melodrama psicoemocional, es adicto al alivio que supone descargar la culpa/responsabilidad, sobre vecin@s del entorno habitual.