La triada «Pensamiento-Emoción-Acción», construye el presente individual.

El libre albedrío permite conocer el sentido de crear-colaborar; así como competir-monopolizar y toda una variedad de espacios intermedios a considerar. La fuente creativa no interfiere directamente en la experiencia terrenal, para preservar el libre albedrío de cada cual; por eso, el contraste que proporciona el mismo espacio material, faculta a quedarnos en el viaje binario de mensajes polarizados y/o profundizar, según capacidad. Usar la triada nombrada con anterioridad, como kit de conexión, depende de una decisión de soberanía espiritual. El autoconocimiento permite la automaestría.