La idea de que estamos en decadencia, es un sesgo de interpretación, que idealiza el pasado, hasta el punto de considerar, que la «edad de oro», está al principio de la historia de la humanidad. Parece que renegamos del valor de lo que vendrá, como si hubiera una disociación interior, con respecto a nuestra identidad venidera. Considera pensarte en el futuro, no como un extrañ@, sino como alguien con quien vincularte, para estar en paz, porque el porvenir, requiere nutrir con nuevas certezas, el horizonte individual.