Adrenalina Generacional
Debió ser esclav@ de la mentalidad y continuar con historias de guerras y odios contagiosos, para repetir el juego, de la falsa sensación de eternidad, que nutre de traumas insaciables, a cada testigo familiar. Pero la cuestión fundamental, es que no vendió la serenidad, al clan de pertenencia habitual y el albedrío ajeno, dejó de operar en su cotidianidad. Creó otras opciones para la vida habitual. Descubrió que el amor es coherencia psicoemocional y no la adrenalina generacional, que limita la libertad individual, por acumulación de conceptos, en torres de confusión. Confirmó que la realidad, está al servicio de quien asume la responsabilidad de la armonía espiritual, a través de aceptar el contexto psicoemocional, para ejecutar acciones correctivas en la mentalidad, que eviten atascos de repetición, por violencia contra un@ mism@ y/ l@s demás.