Jane HaLL
Una mañana escarchada me encontré con una criatura Angelical. Supe que podía fiarme y afiné la atención para observar. Desde entonces la contemplo operando desde lo que suma, disfrutando de los silencios que unen y fijándose en los paisajes que cambian de piel para rejuvenecer. El día que saltó el muro de su frente, creó su propia trinchera para la tranquilidad. Así se hizo amiga de sí misma, resbalando entre las apariencias de los demás. Encontró Luz aceptando la Oscuridad. Es de carne y hueso, no lleva pañal ni porta flechas para lanzar. Su Amistad es un Regalo Incondicional, sin vacíos que rellenar.