AcTiTud DivergenTe
Discernir no significa «quejarse para desahogarse»; tampoco «pensar por pensar» ni «hablar por hablar». El discernimiento conlleva mirar dónde me miento, para aplicar coherencia afectiva a cada momento. Cuando la gratitud interna adquiere presencia, una atmósfera silenciosa florece en la intimidad de cada cual, con el perfume de la totalidad. El camino continúa hacia la lucidez que aporta el orden interno, en continuo movimiento de reconducción exterior, hacia el centro de la conexión.