La Mente Matrioshka
Cada humano tiene un procesador cerebral que funciona con aplicaciones a considerar:
- El modo básico se conoce como personalidad. Se trata de un programa mental que almacena información para traducir el mundo externo, con riesgo de otorgarle identidad a la herramienta que interpreta el contexto y convertirla en la divinidad del bien-mal, con premios-castigos para la humanidad. La actividad deportiva sin actitud competitiva y la comida viva, generan paz interior, para evitar las guerras por la razón y el territorio; facilitando la adaptación a los cambios del entorno.
- La mente reflexiva corrige el pensamiento dual, repetitivo y contradictorio, ordenando el clima interno, con Auto-Observación natural, para el control del cómic emocional. El humor, el yoga, las prácticas creativas, meditar, la actividad artística, la lectura y bailar son su alimento principal.
- El procesador se reinicia con la mente intuitiva, que unifica la experiencia con bálsamos de consciencia. Se nutre del silencio, la respiración consciente y la belleza de las sincronías.
El modelo humano requiere la vivacidad de los tres estados de la mente, para operar en coherencia con la matriz que sostiene la estructura, a modo de muñeca rusa.