El cuerpo sigue a la mente.

La mente sigue a la energía emocional.

La energía emocional sigue la coherencia vibracional.

La coherencia vibracional sigue la dirección de la observación sostenida del interior.

La observación interna genera la comprensión de la función aplicada a cada manifestación particular.

Las manifestaciones se recrean para reinterpretar las experiencias personales, como oportunidades evolutivas permanentes.

Las experiencias evolutivas son un proceso de continuidad, que se recicla-complementa-renueva con distintas asimilaciones de la realidad.