RE-APRENDER-SE
En el encuentro con la variedad, aceptamos ideas e integramos costumbres para interpretar la realidad.
La magia comienza al dedicarnos tiempo de silencio, para escuchar la coherencia interna. Ahí nace la semilla de la identidad principal, al calor de la profundidad emocional.
Cuando el éter del corazón, nutre la claridad mental, el sistema nervioso central trabaja en afinidad.