Una Tarde Reveladora
Quiero dedicar la primera crónica del blog a Elena, porque aquella tarde de Abril, la conocí por vez primera.
Compartíamos unos cafés de forma animada, cuando la chica callada, distraída y ausente que siempre fué; se transformó a iniciativa propia, en una persona locuaz, reflexiva y presente.
-¿Qué acontecimiento separa la prehistoria de la historia actual de mi amiga Elena?-.
Una decisión individual, categórica y concluyente. Se había enfrentado al miedo de hablar en público en auditorios varios y aquel acto creativo, la había transformado para siempre.
Elena no busca retribución monetaria con las ideas que difunde, persigue un anhelo de alto alcance: creer en sí misma.
Aquella tarde de abril, brindamos por Elena, su magnífica presencia y el aprendizaje que nos aportó la experiencia directa de alguien que se atreve a Ser.